WOVEN CITY TOYOTA

La ciudad del hidrógeno, la movilidad autónoma y la robótica

La visión de Toyota sitúa al hidrógeno en el centro de la sociedad del futuro. Es una fuente energética ilimitada, sostenible, fácil de almacenar, transportar y puede utilizarse, desde la movilidad hasta la climatización de hogares, edificios e industrias.

Es la ‘viva’ demostración de lo que puede ser una ciudad sostenible en el mundo. Es el futuro y una llamada de atención a los gobiernos de cómo la tecnología sí funciona y puede transformar la calidad de vida de millones de personas en el planeta.

Toyota va más allá de simplemente construir un auto, un bus o un barco de hidrógeno. Ya los tiene. La marca piensa en las personas, en las futuras generaciones y comparte la angustia de frenar el cambio climático, y más bien investigar y crear energías sostenibles y bajas en carbono.

Por esa razón, en la falda del monte Fuji, en Japón, en un espacio de 70 hectáreas, Toyota está construyendo un laboratorio tecnológico viviente en donde se desarrollan tres líneas de trabajo de investigación: hidrógeno, movilidad autónoma y robótica.

El proyecto se llama Woven City y se trata de una ciudad tejida o conectada. Allí funcionaba los terrenos de una antigua fábrica, y se levanta para que empleados, exempleados y científicos tengan una calidad de vida diferente, basada en la tecnología.

La construcción empezó el año pasado y tuvo un retraso por la pandemia. Pero, sin duda, es un plan ambicioso, en donde se le da un orden a la realidad y a la vida del ser humano, con el fin de crear una sociedad sostenible y amigable con el medio ambiente.

El hidrógeno es la base de todo. Se trata de un medio limpio y eficiente para producir electricidad, no genera más que agua -incluso es potable- y no es vulnerable a las fluctuaciones en la oferta de suministro como sucede con el petróleo.

demás de no generar emisiones de gas carbónico (CO2) al utilizarse, presenta también una mayor densidad energética, contrario a lo que sucede con las baterías que almacenan electricidad, de forma que promete tener el mayor efecto sobre la necesaria descarbonización del planeta.

La apuesta por el hidrógeno es parte fundamental en el Desafío Medioambiental Toyota 2050 o Toyota Environmental Challenge 2050 y puede contribuir con uno de los principales objetivos de la marca como corporación: alcanzar una auténtica armonía entre la sociedad y la naturaleza.

Para lograrlo, los ingenieros y científicos de Toyota han liberado en los últimos años más de 5.600 patentes tecnológicas relacionadas con el hidrógeno, de forma que otros fabricantes pueden utilizarlas sin abonar derechos y se sumen al objetivo de lograr que el hidrógeno sea la fuente de energía principal en las próximas décadas. Toyota también colabora en este sentido con otras marcas del sector automotor y entidades públicas y privadas desde hace varios años.

CIUDAD SOSTENIBLE

Luego de cubrir periodísticamente Toyota por más de dos décadas, en AUTO & ESTILO podemos decirles, apreciados lectores y audiencia, que en la cultura japonesa nada es al azar, ni mucho menos por casualidad.

Wowen City es un proyecto que se basa en dos pilares: sostenibilidad e inteligencia artificial (IA). En el primer caso, de acuerdo con los primeros informes de la marca, las construcciones de hacen de madera y sus tejados son paneles solares. Es una forma de generar energía limpia y poner a prueba las celdas de hidrógeno, que pueden en teoría alimentar una ciudad entera.

Toyota considera que el hidrógeno es el verdadero combustible del futuro y, al margen de la ciudad, la marca lo ha demostrado con el modelo de auto Mirai, uno de los más vendidos en Estados Unidos, y que ya empieza a causar furor en Europa.

Igualmente, además del auto, participa en la construcción de hidrogeneras en algunas ciudades y ya tiene listo el buque Energy Observer, que produce este combustible a partir de la descomposición química del agua de mar.

En cuanto a la Inteligencia Artificial (IA), según los planes en Woven City, el sistema estará disponible a través de los vehículos autónomos, los robots y los millones de sensores que se instalan en los edificios y las calles en construcción.

De esa manera, las vías urbanas se dividen en tres: las exclusivas para peatones, otras en las que conviven los transeúntes y vehículos de movilidad personas (bicicletas, por ejemplo) y, por último, las avenidas destinadas para los autónomos.

Esta investigación urbana que inicia como un laboratorio de pruebas, sirve para conocer las posibilidades de varias propuestas de movilidad con todo lo que los vehículos autónomos pueden dar de sí.

Ya no serán necesarios los semáforos; los sistemas robóticos inteligentes asisten a los ciudadanos en las tareas cotidianas e incluso, dice la marca, “supervisarán” su estado de salud. Básicamente, este proyecto pretende saber cómo vivirán realmente los ciudadanos de Woven City.

TOYOTA MIRAI

El primer paso de Toyota para tratar de situar al hidrógeno en el centro de la movilidad futura, tras la presentación de varios prototipos en diferentes salones del automóvil a principios de la presente década, tiene nombre propio: Mirai.

Sucedió hace 7 años, en el 2015, cuando se presentó como en el primer vehículo híbrido eléctrico de pila de combustible o Fuell cell hybrid electric vehicle (FCHV) de hidrógeno producido en serie en el mundo.

Hay que recordar, que en el pasado otras marcas han construido vehículos de hidrógeno, pero no han pasado de ser un prototipo con algunos ensayos en ciudades europeas o estadounidenses. Muchas de estas fábricas se concentraron en eléctricos e híbridos.

Más allá de su papel como nuevo modelo dentro de la gama de Toyota, Mirai es la constatación de que es posible una movilidad futura cero emisiones con un vehículo eléctrico de pila de combustible que ofrece una autonomía similar a la de los modelos de combustión, su depósito de hidrógeno se recarga en el mismo tiempo que un modelo convencional de gasolina o de diésel, y por su sistema de escape únicamente sale vapor de agua.

Con Mirai en el centro de la estrategia, Toyota ha ido desarrollando un plan de acción con el objetivo de aumentar el conocimiento y la aceptación de la tecnología de pila de combustible de hidrógeno, colaborar en el desarrollo continuo de la infraestructura de hidrógeno y cooperar con gobiernos, entidades públicas y privadas, autoridades, socios de la industria y organismos de estandarización.

Mirai y su despliegue en todo el mundo —ya se comercializa en Japón, Estados Unidos y varios países europeos— permite además saber cómo son y cómo se comportan los nuevos clientes, pioneros de una tecnología revolucionaria como la de la pila de combustible de hidrógeno, e implementar nuevos procesos en una red comercial compuesta por vehículos electrificados de todo tipo: híbridos (HEV), híbridos enchufables (PHEV), eléctricos de batería (BEV) e híbridos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (FCHV).

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