‘Itzia, Tango & Cacao’

Un viaje de esperanza de la mano de Toyota

Automotores Toyota Colombia (ATC) es uno de los patrocinadores de la película Itzia, Tango & Cacao, a través de la estrategia product placement. Una historia que dignifica la verdadera imagen de los colombianos en el exterior. Se estrena el próximo 26 de octubre.

Es la historia de una cáscara gruesa, amarilla, dura y noble que cambió la vida de miles de familias
colombianas, cuando decidieron abandonar los cultivos ilícitos y su violencia para iniciar un viaje
de vida, de honestidad, de pujanza y de paz, por el Cacao.

Una época que inspiró a la actriz Flora Martínez, hoy como directora de cine y a la vez
protagonista de la película Itzia, Tango & Cacao, a dignificar la vida de los colombianos, de sus
vivencias, de su sentir y de su capacidad de sobreponerse a las dificultades.

La trama gira alrededor de Flora y su personaje, Itzia, con una discapacidad auditiva, que ‘escucha’
el llamado del amor de un padre ausente por 35 años, a través de las notas musicales de un
bandoneón que llegó a Zipaquirá desplazado por la segunda guerra mundial.


En él, su padre uruguayo y viudo de una colombiana, la tragedia y la culpabilidad de perder a su
hija de 5 años por descuido, el Cacao surge como ese fruto del realismo mágico que permite ese
reencuentro anhelado tres décadas más tarde, tal como sucedió con los campesinos
santandereanos de San Vicente de Chucurí en la década de los 80: un fruto que les permitió
emprender un camino de esperanza y que convirtió hoy este municipio en la “Capital Cacaotera de
Colombia”.


Un recorrido que, en la película como en la realidad, se hace a bordo de un Toyota FJ40 de finales
de los 60; de esos llamados ‘camperos’ que aún los Chucureños usan en sus jornadas de labriegos,
de la siembra del Cacao, y que se ven en diferentes zonas rurales del país; agrícolas, ganaderas o
mineras: sí, esa geografía que muestra la verdadera identidad de los colombianos.


Resistente, como el Cacao, y con ese elemento de nostalgia que involucra a miles de familias que
recuerdan a sus padres y abuelos a bordo de estos vehículos, le dan a este filme una connotación
real de la idiosincrasia colombiana y por fin, a través del cine de arte, se acaba ese estigma
vergonzante de películas de narcotráfico y prostitución llevadas a la pantalla gigante como una
apología del crimen. Un daño que hasta ahora parecía irreparable.

poster itzia


Itzia, Tango & Cacao despierta el verdadero orgullo de sentirse colombiano, ese sentimiento que
por generaciones se ha transmitido en las familias, se ha aprendido en la academia, del trabajo
honesto y del rechazo de esas pocas formas de violencia, de la ignorancia y la viveza como falsa
virtud, que han hecho del país su víctima. Es la hora de pasar la página.


Itzia, que también representa a más de 500.000 colombianos con discapacidad auditiva, hace de
su cuerpo un idioma; el verdadero sentido de la semiótica en el cine, con una cantidad
impresionante de signos, que le permiten expresar ese amor de familia que se lleva en la sangre
como un sello indestructible a través de los años de ausencia. Ese mismo idioma, de gestos bien
cuidados en las manos de una campesina, transmite el sentir de más de 60.000 familias que hoy
viven de las almendras del Cacao.

Un producto propio de la tierra colombiana que ha recibido premios internacionales por su calidad
y que se ha extendido a otros departamentos del país como Arauca, Huila, Nariño y Magdalena. Es más, ya hay Cacao macondiano, de Aracataca, la tierra del realismo mágico que hoy se convirtió en un verdadero milagro agrícola y que, de la mano de Flora Martínez, cambia radicalmente la imagen de los colombianos en el mundo.

PRODUCT PLACEMENT, EL CAMINO

Itzia, Tango & Cacao es la primera película colombiana que se financia a través de la estrategia
product placement que se aprecia en la mayoría de las películas importadas que llegan al país, en
donde la empresa privada participa del séptimo arte.


Automotores Toyota Colombia (ATC) fue una de las marcas interesadas en el proyecto y por una
razón muy sencilla: el FJ40 que se ve en la película, ha sido el protagonista por más de cinco
décadas del desarrollo económico de Colombia.


Toda una historia en el campo que, por supuesto, continúa vigente con vehículos todoterreno de
Toyota, nuevos y de tecnología de punta, que contribuyen como una herramienta más en el
progreso de diferentes actividades de exploración y explotación de materias primas en el país.
Con Itzia, Tango & Cacao se abre un camino prometedor. Es la demostración de que el cine de arte
puede salir adelante financieramente, gracias a la estrategia del product placement. Sin el aporte
de ATC y otra decena de empresas, el proyecto hubiera quedado en el olvido.


“Es un mensaje positivo que nos llena de orgullo. Es la historia de nuestros campesinos, del
producto de su trabajo, de un ‘simple’ fruto que cambió la violencia por la paz y la esperanza. Una
realidad que permitió alinear la filosofía de Toyota con esta película y, por esa razón, decidimos
apoyarla y sentimos que fue el camino correcto”, dijo Alexandra Pfeil-Schneider, vicepresidenta de
planeación corporativa de ATC.


La técnica del producto placemente nació en los Estados Unidos en los años 30, luego de la
depresión y le permitió al cine sobrevivir. Al comienzo se utilizó en algunas comedias de
Hollywood anteriores a la segunda guerra mundial. Después del conflicto, debido a la desconfianza
que suscitaba la publicidad, esta estrategia tomó gran importancia en la industria del cine.


Sin embargo, fue a principios de la década de 1970 que el product placement se ‘profesionalizó’
gracias a la aparición de las agencias especializadas que actuaban como intermediarios para
buscar, gestionar y negociar emplazamientos de productos en series de televisión y de películas.
Por eso, el mensaje es contundente: las historias positivas que representan el país sí motivan a los
empresarios a participar financieramente de estos proyectos.


Y es completamente razonable: nadie quiere invertir en tramas negativas de violencia,
narcotráfico, bromas de mal gusto y maltrato a la mujer, que han dejado una huella de vergüenza
en el mundo y que no le hace justicia a la mayoría de los colombianos.


Itzia, Tango & Cacao fue escrita, musicalizada y producida por José Reinoso, esposo de Flora
Martínez, y contó también con la supervisión del guion de Marcos Carnevale, creador de algunas
producciones de Netflix y Star Plus.


Esta película ya fue reconocida en diferentes festivales de cine de Holanda, Inglaterra, Japón, India
y Estados Unidos, y se destacó en categorías de mejor película, mejor actriz, mejor música y mejor
guion. El próximo 26 de octubre se estrena en Colombia.

Los comentarios están cerrados.