TOYOTA SUPRA GT4 EVO

UN DÍA PARA OLVIDAR

Lo que parecía un choque simple en pista, provocó que el Toyota Supra GT 4 Evo se retirara de la contienda, en el momento que mejor giraba frente a sus 26 contendores.

Una sombra gris que opacó el día de un momento a otro, y que provocó una lluvia ligera en
el circuito de Indianápolis, fue el presagio de un choque en pista que acabó con las ilusiones
del equipo Gazoo Racing (GR) de Latinoamérica que, por primera vez, aterrizaba en la
capital de la velocidad en Estados Unidos.


Todo empezó a complicarse a las 11 de la mañana, en la clasificación, cuando las
mangueras de fluido de los frenos quedaron atrapadas en el sistema y esto provocó que el
auto quedara a la deriva y terminara en el puesto 26 de la clasificación.


Recuperado totalmente, en mas de 4 horas de ingeniería, en donde se cambió totalmente el
sistema de frenos, el Supra GT4 Evo salió como una ‘bala’ con un ritmo fuerte de carrera
que le permitió pasar 33 autos en apenas 14,5 minutos de carrera.

Era el desquite del piloto dominicano Alfredo Najri que padeció el problema técnico en la
mañana, con tres salidas de pista para evitar colisiones a una velocidad mayor de 240 km/h.
Muy rápido, pero muy rápido, Najri pasó Porche’s, BMW, Mercedes-Benz y de otras marcas
que habían aprovechado en la clasificación.


«El ritmo de carrera alcanzado por Alfredo era de una posición 5 o 6 en la carrera», dijo
Nicolás López, ingeniero del Gazoo Racing Latinoamérica (GR). Impresionante la aceleracion de este Toyots Supra GT4 Evo, toda vez que en la grilla se contaron 41 autos en contienda, los de la categoría GS y los TCR. Se presentaba constante vuelta por vuelta, y fiable, característica de la marca en el mundo.


Pero, de repente, el sueño se volvió pesadilla. Al llegar a una de las 14 curvas del circuito de
Indianápolis, justo después del óvalo, el Porsche 93 chocó la parte posterior del Supra GR y
lo sacó de carrera.

Al parecer, se veía como un tema de roce; sin rmbsrgo, al volver a pista, Najri no tenía
dirección: la columna resultó afectada por la colisión. Los ingenieros desarmaron rápidamente el auto en pits y cambiaron la pieza, para soltar el auto de inmediato a la pista y recuperar el tiempo perdido.


Pero no. No solo fue la dirección. El golpe del Porsche 93 también rompió el diferencial
trasero, lo que definitivamente dejó por fuera el Toyota tal como le sucedió al Porsche que
ni siquiera intentó salir de nuevo a la pista. La contienda terminó cuatro horas después y
con 142 vueltas en el circuito, y con un Mercedes-Benz AMG GT GT4 en el podio.


Un día para olvidar, sin duda, pero también para recuperarse para la próxima válida del
campeonato GS que se correrá en el autódromo de Atlanta, Estados Unidos, en el mes de
octubre. Todavía quedan muchos kilómetros por recorrer en esta competencia
estadounidense.

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