
Fiel a su origen, Opel lanza en Colombia el nuevo Mokka GS. Llamativo y auténtico, este crossover fortalece el portafolio de esta marca que está bajo la representación del grupo multinacional Astara. Su tecnología de vanguardia se acomoda fácilmente a la topografía del país.
Alto, robusto y ‘bien parecido’, el nuevo Opel Mokka GS ya circula por las calles colombianas. Atrapa las miradas de los transeúntes que ya empiezan a familiarizarse con su identidad: el rayo (blitz, en alemán) que está estrechamente relacionado con el poder de la energía. Así lo ha demostrado desde hace 124 años en la industria automotriz, y sus avances en tecnología no se detienen. Años de investigación en laboratorios les ha permitido, además de tener otras
alternativas de movilidad, desarrollar aún más los motores de combustión.

Saben que el futuro no depende de una sola fuente energética y que, por el contrario, cada día hay mayor inversión en la evolución de los motores de combustión, que aún tienen mucho qué decir en cuanto al aprovechamiento de la energía de combustibles fósiles. Ahora, bajo la sombrilla financiera del grupo Stellantis, el cuarto más grande de la industria automotriz mundial, los ingenieros alemanes y franceses (trabajaron con Peugeot), evolucionaron un bloque de motor tricilíndrico. Con una mecánica avanzada, en donde se reforzaron los cilindros, pistones y camisas de un bloque tradicional, se construyó como soporte un turbo de geometría variable que, en conjunto con un sistema de inyección directa, le permite tener todo el vigor de un motor de cilindrada mayor.
En tan solo 3 cilindros y 1,2 litros, el Mokka se comporta a la altura de un vehículo dinámico, de rodar suave y sobre todo, en el caso de las carreteras colombianas, permite hacer adelantamientos con la seguridad de que es un auto que responde con creces.

“El nuevo Mokka muestra todo lo que Opel representa hoy y en el futuro de la movilidad: diversión, eficiencia e innovación en todos los sentidos. El Mokka se presenta con todos los valores de la marca: alemán, asequible y emocionante”, dijo Adriana Casadiego, gerente de Opel, una marca de la multinacional Astara en Colombia. Importante decir que el nombre de este vehículo hace un homenaje a los cafés de tipo gourmet y aromáticos, como es el caso del producto colombiano, que es ampliamente reconocido en Europa y otros países del mundo.
OBJETIVO CUMPLIDO
El hecho de tener un motor de apenas 3 cilindros, no significa que las prestaciones de este vehículo se disminuyan. Por el contrario, gracias a la sobrealimentación del turbo, con la reducción de la cilindrada de obtiene un menor consumo de combustible y las emisiones contaminantes son
realmente muy bajas, frente a vehículos de similar tamaño. De acuerdo con los ingenieros de Opel en Colombia, las emisiones de este vehículo están en el orden de los 99 y 113 gramos de CO2 por kilómetro (gr/km). Una cifra muy pequeña si se tiene en cuenta de que se trata de una camioneta tipo crossover de tamaño mediano que, de acuerdo con las normas europeas, sus emisiones normales estarían en el orden de los 160 gr/km.

Ahora bien, este “pequeño gigante” produce 130 caballos de potencia a la rueda y 230 Nm de torque; y aquí viene la diferencia con otros modelos turbo del mercado, ya que la curva de aceleración se percibe desde muy bajas revoluciones de motor, desde las 1.700 aproximadamente. Explica de esa manera la dinámica de este crossover dentro y fuera de la ciudad, con la vivacidad de un auto muy ágil a pesar de su tamaño. Responde con crecer a los imprevistos de los trancones
de las grandes ciudades y es potente a la hora de salir a la carretera.
“El motor del Mokka, que también esta en el Crossland y ha demostrado su eficiencia energética, se caracteriza por su vivacidad. Se nota la ingeniería de Rüsselsheim, la fábrica de Opel en Alemania de donde proviene, y con un diseño robusto y ganador”, afirmó Casadiego.

Acoplado a este motor, se encuentra una transmisión automática de 8 velocidades con relaciones cortas y convertidor de torque que lo hace dócil de manejo y rápido, cuando la carga (léase aceleración) así lo amerite. Según los ingenieros de Astara, el Mokka que llegó a Colombia es la segunda generación de este
modelo que se vendió inicialmente en Europa y otros mercados. Su gran avance está en la liviandad, pues aseguran, es 120 kilos menos pesado a su antecesor.
Son 1.295 kilogramos que se ven representados en una relación de peso-potencia de apenas 9,9 kilogramos por caballo, para un crossover de 4,1 metros de longitud y 1,53 de ancho que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos a la altura de Bogotá.

OPEL MOKKA, MÁS DE LO ESPERADO
En un recorrido de 140 kilómetros que AUTO & ESTILO tiene definido para las pruebas de autos, decidimos llevar este auto al municipio de La Calera, en Cundinamarca, que se caracteriza por tener unas curvas pronunciadas en todo su trayecto. Para la ciudad, se trata de un auto cómodo y de rápidas reacciones por la entrada del turbo en bajas vueltas del motor, y en carretera se comporta divertido y en esto, hay que decirlo, la caja tiene mucho que ver.
Es reactiva y se puede operar a través de levas en el volante. Además, el conductor tiene a disposición tres modos de conducción: Eco, para lo trancones; Normal, en un uso normal de aceleración media, y Sport, en donde permite ir más arriba de revoluciones entre cambios. La suspensión juega un papel muy importante en la conducción de este vehículo. Su geometría es firme, lo que ofrece una comodidad normal.

Absorbe correctamente los baches del pavimento y los reductores de velocidad en plena carretera, de esos que les dicen ‘policías acostados’ que parecen más una ‘colombianada’ que una medida real de seguridad. Es más, si no se ven, pueden ser hasta peligrosos y provocar un
accidente.
Lo positivo de una suspensión firme, un poco más dura y sin ir al extremo como una deportiva, es que el Mokka puede ir a un ritmo alegre en curvas sin que el balanceo de la carrocería sea grande. Su tacto de dirección es bueno y transmite la información justa a quien conduce. Este vehículo mantiene la trayectoria en todo momento y aquí interviene la electrónica con sus ayudas a la conducción como el control de estabilidad (ESP) que evita fenómenos como el subviraje y el sobreviraje en giros cerrados con los de la vía a La Calera, desde Bogotá.
Otros dispositivos que intervienen en la seguridad activa de este vehículo son el asistente de derrape (ASR), muy útil en pavimento mojado; el asistente de arranque en pendiente (HSA), el freno de emergencia eléctrico y los tradicionales ABS, distribución electrónica de frenado (EBD) y el monitoreo de presión en las llantas.

DISEÑO AERODINÁMICO EN EL OPEL MOKKA
“El diseño de un Opel no se parece al de ningún otro auto del grupo Stellantis”, dijo Mark Addams, vicepresidente de diseño de Opel en Alemania, al referirse a las proporciones precisas que se aprecian en todos los autos de la marca alemana, y del nuevo Mokka. Detrás de él, hay un grupo de 15 diseñadores de autos que trabajan en Rüsselsheim (Alemania) y en donde dan vida a los nuevos retos de aerodinámica que exigen los nuevos tiempos de eficiencia en el combustible y bajas emisiones en el medio ambiente.
Con un coeficiente aerodinámico (Cx) de sólo 0,32, el nuevo Mokka presenta uno de los factores aerodinámicos más bajos de su segmento de mercado. Esto permite que sea un vehículo con una buena relación entre prestaciones y consumo de combustible. La característica más llamativa de la vista frontal es el inconfundible Opel Vizor. Tiene una especie de visera protectora que cubre el frontal, integrando perfectamente la parrilla del vehículo, las unidades de luz Led y el emblema del rayo (blitz) de nuevo diseño en un solo elemento.
El nombre del modelo aparece por primera vez en el centro de la quinta puerta o acceso al baúl, con una fuente tipográfica especialmente diseñada que forma la palabra “Mokka”. Tiene un carácter fuerte y su visibilidad en la calle cumple su cometido.

Tanto el capó como el techo están terminados en color negro y presenta un elemento de diseño en diferentes colores y acabados que recorre el pilar A y C, y se une en el centro, sobre la parte superior de las ventanas laterales.
La carrocería crossover va más allá y alcanza a definirse como un Sport Utility Vehicle (SUV), gracias a las protecciones plásticas de los bajos y los guardafangos de gran tamaño. En la parte posterior se destaca un alerón en la parte superior de la luneta, las luces traseras con pilotos de diseño delgado y un parachoques abultado con protecciones plásticas. Las salidas de escape diferencian a la versión eléctrica de las equipadas con motor de combustión.
Todo es cuestión de ofrecer un diseño diferente, y que gusta en la gente. Sin embargo, las luces intermitentes de cruce o direccionales, tienden a mezclarse con las de frenado. Obviamente, son de color amarillo, pero no tan grandes como convencionalmente se usan en Colombia.
Como todos los modelos de Opel, el Mokka tiene una identidad propia en el segmento de los crossovers del país y entra a competir, con su origen ciento por ciento alemán y trayectoria de calidad, con el T-Cross de VW brasileño.
