Un híbrido divertido
Luego del elegante y sedán Ionig en Colombia, Hyundai lanza su nuevo híbrido al que bautizó Kona, que es un pueblo en la costa occidental de Hawaii, conocido por ser la sede mundial del famoso triatlón Hombre de Acero o Ironman Triathlon. Nada más acertado por sus prestaciones.
En la Corporación Hyundai, se le conoce como el siguiente paso del proyecto de sistemas de propulsión sostenibles, amigables con el medio ambiente y, ante todo, con una dimensión de movilidad en la que trabajan desde hace más de cinco décadas.
Arrancan con los híbridos livianos con una batería de 48 V que no puede circular en modo eléctrico porque no cuenta con un segundo motor, y los HEV o híbrido convencional, como el Ioniq, y el nuevo Kona que apenas llegó a Colombia, que cuentan con un propulsor eléctrico potente y una batería de mayor capacidad que funciona al unísono con otro de gasolina.
En otros mercados como el europeo, asiático y estadounidense, hay otras alternativas como los híbridos enchufables (PHEV), los ciento por ciento eléctricos y los de pila de combustible de hidrógeno como el Nexo que es la solución más sostenible y práctica del mundo.
Para Colombia, la Corporación y la multinacional Astara, representante exclusivo de Hyundai en el país, por ahora, lo más adecuado para el mercado son los HEV y así llega el segundo modelo de esta tecnología: el crossover Kona.
La mecánica de un HEV de Hyundai se concibe a partir de tres características: un motor de gasolina, otro eléctrico y una batería autorecargable, es decir, no necesita enchufarse a la red eléctrica, sino que se carga al transformar en electricidad la energía que se genera al levantar el pie del acelerador o al frenar.
Por supuesto, cuando la batería pierde un porcentaje importante de energía, entra a funcionar el motor de gasolina para asistir e intervenir en carga eléctrica e, incluso, pueden trabajar al unísono, de acuerdo con las condiciones de manejo.
Como todo híbrido, el Hyundai Kona está muy bien pensado para ciudades de tráfico alto en donde el motor eléctrico sale a relucir de manera brillante y es ahí en donde este auto contribuye realmente a las bajas emisiones contaminantes en el medio ambiente. En otras palabras, el eléctrico funciona en el entorno que es; en el que corresponde.
IMPRESIONES DE MANEJO
El Hyundai Kona cuenta con el mismo sistema híbrido del Ioniq que probamos en el pasado, en una ruta de Bogotá a Santa Marta, con una sola tanqueada de gasolina. Prácticamente 900 kilómetros de recorrido, lo que explica su bajo consumo y, por ende, menos emisiones.
Un punto a favor del Kona es su liviandad. Es un crossover que apenas pesa 1.376 kilogramos, casi 100 menos que el Ioniq (1.436), lo que garantiza mayor autonomía de la batería, menor consumo de gasolina y menos CO2 en el medio ambiente.
A diferencia de otros vehículos que han entrado recientemente en el mercado como híbridos, pero que en realidad solo son de hibridación ligera mediante una batería, el Kona como otros HEV de otras marcas que sí cuentan con motores eléctricos, puede rodar en determinadas circunstancias impulsado únicamente por esa clase de propulsor.
Las ventajas de ser híbrido convencional o HEV son enormes y lo vamos a poner en un contexto real como AUTO & ESTILO lo hizo en esta prueba: al salir de un estacionamiento de un sótano, al circular en un barrio o una zona residencial y, por supuesto, en medio de un trancón en donde hay baja velocidad y poca solicitud de aceleración.
Allí es en donde se perciben las ventajas de tener un motor eléctrico. Sin duda, si las autoridades de movilidad midieran su comportamiento atmosférico, se percatarían de que en esas circunstancias es totalmente ecológico y solo comparable con los autos ciento por ciento eléctricos. Por eso, actualmente hay una polémica entre autos de hibridación ligera e híbridos convencionales, ya que la norma colombiana no los clasificó como sucede en otros países.
El Kona está compuesto por un motor de gasolina de 1.580 cc y 103 caballos de potencia, otro eléctrico de 43 caballos y por una batería de 1,56 kWh de capacidad. La potencia total que es el conjunto de los dos motores es de 141 caballos.
RÁPIDO Y ALEGRE
La capacidad de aceleración del Hyundai Kona es enorme. Puede pasar de 80 a 120 km/h en una autopista en menos de 6 segundos. Tiene una respuesta enérgica, aunque menos progresiva a la de un deportivo, pues se trata de un crossover familiar y juvenil.
Cuando se acelera a fondo y entra a funcionar solo el motor de combustión, pues lo probamos también en carretera entre los departamentos de Cundinamarca y de Boyacá, empieza a subir de vueltas (léase revoluciones de motor) de manera contundente.
Si bien el Kona es rápido entre curvas y con buenas reacciones (no subvira ni sobrevira), no se le puede considerar un deportivo porque no hay una respuesta inmediata entre lo que hace el conductor y lo que presenta el auto. Es completamente normal, no está hecho para ir al autódromo, pero sí es muy ágil y agradable.
Se preguntarán, amables lectores, por qué sucede esto sí cuenta con doble embrague, y esto asegura un paso casi inmediato entre relaciones como lo dijimos antes. Lo que pasa es que la caja no interpreta bien lo que el conductor quiere cuando trata de ir rápido porque, precisamente, no está hecho para ser un deportivo.
En cuato a la dirección de asistencia eléctrica, ésta tiene 2,5 vueltas de volante y eso corresponde con una desmultiplicación de 13,8 a 1. Eso quiere decir que es rápida. Y sí, tiene buen tacto, es suficientemente precisa y su asistencia es excelente.
El Hyundai Kona es un híbrido de verdad. Se suma a otras marcas del mercado que apuestan por vehículos que involucran motores eléctricos en el impulso, con el fin de obtener mejores condiciones ambientales en las grandes ciudades del país.
