Bienvenido al futuro
El Hyundai Kona llegó a su segunda generación y, en Colombia, su versión híbrida autorrecargable rompió los esquemas del mercado. Lo que llega, se entrega, y hoy es uno de esos vehículos en donde la demanda superó la oferta.
Algunos meses de espera para tenerlo en prueba, valieron la pena. El Hyundai Kona HEV o híbrido autorrecargable es una verdadera ‘caja de sorpresas’ a la hora de conducirlo, dentro y fuera de la ciudad. Cumple en bajo consumo y menor impacto en el medio ambiente.
Eso es lo importante de un híbrido, ya que Hyundai tiene a su disposición una nueva generación tecnológica que al final consiste en tener más kilómetros en modo eléctrico antes de que el motor de combustión empiece a funcionar.
Porque de eso se trata. Durante nuestra prueba, en la vía que conduce al municipio de La Calera, en Cundinamarca, formada por pendientes y descensos, el Kona fácilmente llegó a los 120 kilómetros en modo eléctrico; claro, sin sobrepasar los límites de velocidad: 60 km/h.
De esa manera, en un consumo mixto, este vehículo rinde 4,7 litros por cada 100 kilómetros recorridos, es decir, 80,5 kilómetros por galón. Prácticamente, es casi un mes sin repostar con recorridos diarios cercanos a los 60 kilómetros, con un tanque de 10 galones.
En cuanto a las emisiones, este vehículo para 5 pasajeros se presenta con sólo 106 gr/km de CO2 en el medio ambiente. Esta cifra es menor que una, sí, una sola moto de 150 c.c., de las que andan por manadas en las calles colombianas, con uno o dos pasajeros.
Cada una de esas motocicletas, según el Observatorio de Movilidad de Bogotá, emite 167 gr/km (estudio publicado en febrero de 2017). ¿Quién controla su contaminación? Importante que el Observatorio mida la sumatoria de gases que emiten en el medio ambiente y en todo el país. Sin duda, seguramente se tendría más control.
Para completar el paquete, el Hyundai Kona HEV viene dotado con las diferentes ayudas a la conducción SmartSense. Las más relevantes son el asistente de conducción en autopista (HDA), una combinación del asistente de seguimiento de carril (LFA) y el sistema SmartCruise con navegación, que utiliza sensores y mapas para garantizar la seguridad y ajustar automáticamente la velocidad.

Hibridación HEV
Ciudad y carretera, la combinación perfecta para que un híbrido ruede, tanto con el motor eléctrico como con el de gasolina. Ambos participan en el impulso y hasta pueden hacerlo al unísono; eso los hace altamente solicitados, no solo en el país, sino en el mundo.
Autorrecargarse (HEV) es el secreto y en eso participa un motor de 1,6 litros GDi, de inyección directa, de 104 caballos de potencia y 144 Nm de torque, que actúa como el principal, pero que dispone de otro eléctrico que lo asiste cualquier momento de la conducción.
El objetivo de la hibridación HEV, además de no tener que buscar un enchufe, es que minimiza el consumo de gasolina y las emisiones contaminantes. Por eso, es un sistema considerado ecológico y sostenible en la movilidad.
Para que el eléctrico funcione, como en cualquier auto eléctrico ciento por ciento (EV), cuenta con una batería de iones de litio de 1,32 kWh. Es un propulsor síncrono permanente de imanes que le agrega al auto 43 caballos más de potencia y 170 Nm más de torque.
Así que, en total o combinados, el nuevo Kona híbrido – HEV cuenta con 139 caballos y 265 Nm de torque que están siempre a disposición del usuario. El secreto está en que el motor de gasolina ‘no deja morir’ el eléctrico; lo mantiene bien alimentado.
La duración de la batería es de largo aliento. Según Hyundai y demás fabricantes de este tipo de híbridos, la vida útil de la batería es la misma del vehículo; cuando el usuario decida reciclarlo y eso se debe a su vatiaje (no es desbordante) y a la gestión de carga automática para su preservación; a menos de que haya un accidente o mal trato.
Un aspecto interesante de un HEV es que, además de autorrecargarse con el motor de combustión, también lo hace con la frenada regenerativa, es decir, levantar el pie del acelerador y con la inercia, convertir la energía cinética en eléctrica y llevarla a la batería.



Hyundai Kona para CIudad y Carretera
De Bogotá a La Calera, para luego salir a la Autopista por Sopó por una vía en buen estado como pocas, pero que tiene las condiciones de curvas cerradas, pendientes y descensos, en un recorrido por cerca de 140 kilómetros, el Hyundai Kona HEV probó de qué está hecho.
Lo primero que se debe destacar es que tiene una buena puesta a punto equilibrada para la topografía colombiana. Es cómodo y preciso al volante, lo esperado en una SUV de tamaño mediano y familiar. No es para llevar a una pista, pero reacciona bien al acelerador.
A diferencia de la primera generación, este vehículo ahora es más insonoro, con una calidad de marcha muy superior. Se siente una camioneta más estable, que filtra bastante los sobresaltos o pavimentos irregulares y que mantiene su trayectoria.
En las curvas cerradas a la vía de La Calera, en bajas y en subidas, se comporta como si estuviera sobre un riel. Si bien conserva esa característica de suspensión de su antecesor, ahora se siente más aplomado sobre el pavimento.
Como vehículo ciento por ciento familiar, para Hyundai la seguridad es lo primero. No solo por la calidad de sus aceros, los producen ellos mismos y son los de mayor rigidez de torsión y livianos en la industria, sino por sus sistemas de seguridad activa.
Aquí hacemos énfasis en el control de estabilidad. Es intrusivo a la hora de la conducción y previene e impiden cualquier tipo de derrapamiento, subviraje (cuando se va recto en los giros) o sobreviraje (cuando un auto se va de ‘cola’).
Por eso, cualquier conductor la tiene fácil en una carretera difícil: siempre va a tener el control de la situación. El auto va a impedir errores, claro, lo mejor posible, pues es difícil cuando se pierde su control a propósito para causar un accidente.
De acuerdo con el Club Europeo de Automovilistas (CEA), con el sólo control de estabilidad (ESC) se salvan 10.000 vidas al año. Actúa en el Kona mediante sensores capaces de detectar cuando el vehículo pierde adherencia en la superficie.



Hyundai Kona, más en seguridad
La tradición en seguridad de Hyundai es de ‘vieja data’. Desde que la marca apareció en el mundo, en 1967, hizo énfasis en la seguridad vial. Por eso, a mediados de la década de los 80 del siglo pasado, entró pisando fuerte en Estados Unidos.
Por eso, hoy todos los modelos de la marca están a la vanguardia en diferentes sistemas de prevención –seguridad activa- como el antibloqueo (ABS) que reduce la distancia de frenado y mantiene su capacidad de cambiar de dirección para evadir obstáculos, ya que no se bloquean las ruedas.
En el Kona, este sistema se complementa con discos ventilados delante de 16 pulgadas y discos sólidos de 15, atrás. Y, a estos, se les suma los asistentes de frenada como el control de estabilidad (ESC), el control de frenado en descenso (DBC), el asistente de arranque en pendiente (HAC), el freno multicolisión (MCB) que reduce la velocidad después de un choque para evitar otro más, y la asistencia a la Prevención de Colisiones Frontales (FCA).
La dirección de asistencia eléctrica variable le permite tener un muy buen radio de giro de 5,3 metros entre bordes. Esto hace que sea muy versátil en la ciudad y en lugares de estacionamiento en donde el espacio de maniobra es reducido.
Ahora bien, en el caso de las asistencias a la conducción, SmartSense o ADAS, como tradicionalmente se les conoce en la industria, el Kona HEV cuenta con 7 dispositivos avanzados, de acuerdo con la versión.
Las versiones Premium y Limited vienen con control de crucero adaptativo con función Stop & Go (SCC), asistente de colisión de punto ciego trasero (BCA), asistente de mantenimiento de carril (LKA) y asistente de colisión frontal (FCA) y un asistente adicional de seguimiento de carril (LFA).
El Kona N-Line HVE, de mayor equipamiento y estética deportiva, adicionalmente, cuenta con un asistente de prevención de colisiones en estacionamiento (PCA) y el monitor de punto ciego (BVM).
Con el Kona híbrido en sus tres versiones, Hyundai rompió los esquemas de los SUV de tamaño mediano, con un vehículo que se destaca por su calidad de fabricación, uso de materiales de alta gama y un diseño fuera de lo común.

Audaz y dinámico
Si nos fijamos en el Kona, su atractivo reside principalmente en varios factores clave.
En primer lugar, su exclusividad; en segundo lugar, su pedigrí, ya que es fabricado en Ulsan, en la planta principal de Corea del Sur y, por último, su estilo: polarizante y subjetivo, sí, pero en el mundo del automóvil, eso significa inolvidable.
Todo eso se traduce en la aceptación de este vehículo en el mercado colombiano. Hoy por hoy, se trata de un diseño futurista. “Este SUV de tamaño mediano es derivado de nuestra experiencia en autos eléctricos (EV), Lleva el compromiso de la movilidad sostenible y el lenguaje de diseño innovador de modelos premiados como la línea IONIQ”, dijo Adriana Casadiego, gerente general de Hyundai en Colombia, una marca de la multinacional Astara.
Con respecto a su antecesor, el nuevo Kona, que mantiene su enfoque urbano, tiene un estilo más audaz que transmite una presencia más dinámica en carretera y un interior centrado en el conductor y su familia.
Para maximizar el espacio interior, este SUV creció hasta los 4,355 metros de largo, 50 mm más que su antecesor, y ganó 25 mm más de ancho y 60 mm adicionales en la distancia entre ejes, sin perder su identidad de diseño.
El diseño frontal contribuye completamente a la aerodinámica de esta camioneta. Se presenta con un coeficiente muy bajo, de apenas Cx 0,27, el mismo que se aprecia en vehículos deportivos.
Este diseño delantero es más bien limpio y define el volumen puro de la sección, que se ve realzado por la unidad de luz horizontal, continua y alargada; pixelada. Es el primer modelo de Hyundai que usa píxeles paramétricos y también reproduce un elemento de diseño distintivo de la popular gama de vehículos eléctricos de Hyundai.
A pesar de su apariencia futurista, este vehículo nunca deja de ser un SUV. Su estilo dinámico se acentúa con un revestimiento de pasos de rueda audazmente esculpido que incorpora faros delanteros y traseros, con el fin de reforzar una estructura más bien robusta.
Uno de los aspectos más interesantes de este vehículo es que tiene superficies paramétricas.
“Hay un pliegue diagonal de los laterales que conecta la moldura de cromo desde la línea de cintura hasta el alerón, y eso envuelve todo el vehículo. La parte trasera incorpora otra lámpara Seamless Horizon, así como una luz de freno elevada (HMSL) que se integra a la perfección con la moldura de cromo satinado del alerón”, describió Casadiego.
Diferente e inolvidable, dos objetivos que cumple perfectamente el Kona de segunda generación.
